Devocional para el jueves 14 de noviembre, 2024
Matutina: Efesios 4:29-32
Meridiana: Salmo 30
Vespertina: 1 Pedro 2:12
La comunicación es de suma importancia porque las palabras correctas, bien usadas y claramente enunciadas, son un medio poderoso e impactante para influir en los que nos rodean, y en muchas ocasiones han transformado vidas, reformado pecadores, evitado muchos males. Pero más poderoso y de mayor impacto aún es el ejemplo; no hay mensaje, por grande y verdadero, que resulte realmente efectivo si no está respaldado por un buen
ejemplo.
Mucho se ha hablado sobre la trascendencia del ejemplo y el efecto que puede tener en los demás, haciendo que las palabras, si no están acompañadas de obras, carezcan de valor. ¿Tal vez aspiras a ser respetado? Comienza por tratar con respeto a todos y verás el resultado en el trato que recibirás. ¿Te parece mal el desorden? No hagas comentarios, comienza ordenando tu propia vida y notarás el cambio en los que te rodean.
Yo sé que hablar es más fácil que llevar a cabo. Y sé que las palabras se forman más rápidamente que las acciones, pero también sé que una vida bien vivida, legítimamente cristiana sin mucho alarde ni efectos espectaculares, pero llena de buenos ejemplos, es mayor
bendición para todos que el mensaje más elocuente.
No tengo nada en contra de las palabras buenas, las que alientan y estimulan, las que consuelan, las que producen alegrías, las que aconsejan y enseñan y también las que reprenden y advierten, pero algo bien hecho pesa más que mil palabras. Entendamos el mensaje, prediquemos con el ejemplo.
JUDITH STONE
Salmo 30
1 GLORIFICARTE he, oh Jehová; porque me has ensalzado, Y no hiciste á mis enemigos alegrarse de mí.
2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; Dísteme vida, para que no descendiese á la sepultura.
4 Cantad á Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y á la mañana vendrá la alegría.
6 Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;
7 Porque tú, Jehová, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fuí conturbado.
8 A ti, oh Jehová, clamaré; Y al Señor suplicaré.
9 ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descienda al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿anunciará tu verdad?
10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí: Jehová, sé tú mi ayudador.
11 Has tornado mi endecha en baile; Desataste mi saco, y ceñísteme de alegría.
12 Por tanto á ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Guía de oración: [México-Tecoh] y [Ecuador-Guayaquil]
Año Bíblico:
Los Hechos 27 https://www.wordproject.org/bibles/sp/44/27.htm#0
Los Hechos 28 https://www.wordproject.org/bibles/sp/44/28.htm#0
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