Devocional para el jueves 19 de septiembre, 2024
Matutina: Salmos 126:1-3
Meridiana: Salmo 112
Vespertina: Romanos 7:24
Así cantó en el Salmo 126 el dulce cantor de Israel: “Cuando Jehová hiciere tornar la
cautividad de Sión, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se henchirá de risa, y nuestra lengua de alabanza”.
Todo aquel que está de alguna manera preso o se siente cautivo por algo sueña con la libertad. Cuando al fin la obtiene, ríe, canta, se alegra, se regocija en gran manera. Porque no hay gozo más grande que el de ser libre.
En esta carne, nuestro cuerpo de pecado, estaremos siempre cautivos de algo que nos molesta, de lo cual ansiamos desesperadamente liberarnos. Aun los más santos hombres de Dios han sufrido aguijones de los cuales han ansiado ser libres.
El apóstol Pablo se sintió cautivo por esta odiosa ley del pecado; él se expresó desesperadamente: “¡Miserable hombre de mí! ¿quién me librará del cuerpo de esta muerte?”
Si te sientes cautivo, si anhelas liberarte de ese aguijón que te impide crecer en santidad, hay para ti una gloriosa promesa que convertirá tu sueño en la más hermosa de las realidades.
Serás libre de todo cautiverio, cantarás, reirás, te alegrarás porque el Santo de Israel te libertará, romperá todas las cadenas o ataduras por difíciles que parezcan. La sangre de Jesucristo rompe cadenas, liberta, sana y salva. Este es el único modo de alcanzar libertad.
MINERVA G. ACANDA
Salmo 112
1 Aleluya. BIENAVENTURADO el hombre que teme á Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita.
3 Hacienda y riquezas hay en su casa; Y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: Es clemente, y misericordioso, y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia y presta; Gobierna sus cosas con juicio.
6 Por lo cual no resbalará para siempre: En memoria eterna será el justo.
7 De mala fama no tendrá temor: Su corazón está apercibido, confiado en Jehová.
8 Asentado está su corazón, no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Esparce, da á los pobres: Su justicia permanece para siempre; Su cuerno será ensalzado en gloria.
10 Verálo el impío, y se despechará; Crujirá los dientes, y se repudrirá: Perecerá el deseo de los impíos.
Guía de oración: [Ecuador-Quito] y [Panamá-Panamá Viejo]
Año Bíblico:
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